Tamara's Cerebro de gomita

Cerebro de gomita (Tamara De Anda; 5.45 min., DV, Color; 2006) es un perfecto ejemplo de cómo se pueden realizar buenos cortometrajes con una simple videocámara digital acompañada de una muy buena dosis de imaginación, tener buenos amigos para explotarlos (en el buen sentido de la palabra ;) ) en la actuación, sin preocuparse siquiera por no tener actores/actrices famosas, y sobre todo tener muchas ganas, sin importar el resultado final.

La premisa de este cortometraje es la siguiente:

Una chica se indigesta por zamparse un tremendo cerebrote. Las consecuencias de su glotoneria se presentarán en forma de extraños trastornos sensoriales y, aunque primero se saca de onda, luego les hallará el gusto.

A lo largo de la historia, la chica del vestido de bolitas -interpretada por la misma Tamara- tendrá varias experiencias psicodélicas con aquellas alucinaciones. El ritmo de la edición hace que sea aún más disfrutable la historia. La actuación de Tamara De Anda es de antología. A pesar de que no cuenta con un diploma del Actor's Studio, Tamara de Anda derrocha puro talento 100% natural -como actriz, editora y guionista y todo lo demás- por todos los poros de su cuerpo, y consigue transmitir al espectador los sentimientos que sufre su personaje principal en la historia.

Asimismo, a lo largo de este cortometraje hay varios homenajes -ya sea de manera consciente o inconsciente- a ciertas cosas como el famoso Art Pop de Andy Warhol y al surrealismo, sobre todo el de René Magritte. No sin mencionar el profundo amor que prodiga Tamara a nuestro kitsch mexicano, tan denostado por ciertos pseudo-intelectualoides, y tan alabado por verdaderos artistas como Alejandro Jodorowsky en Santa Sangre.

Pese a que la edición del cortometraje es muy simple, funciona extraordinariamente muy bien para la historia que quiere narrarnos Tamara, además que varias animaciones y simples efectos especiales que se ven en ciertos momentos del cortometraje ayudan a acrecentar más el interés en esa historia. Se nota claramente que Tamara aprovechó al máximo todo el potencial que ofrecía el programa de edición audiovisual (ignoro cuál) en la facultad de ¿ciencias de la comunicación o ciencias políticas? -no recuerdo bien- en la UNAM.

Cada vez que yo tengo la oportunidad, pido a la gente que vea ese cortometraje por la misma razón mencionada al inicio de este post-crítica cinematográfica. Tamara De Anda es uno de los cineastas independientes que puede dar mucho qué hablar en los próximos años en el panorama cinematográfico mexicano. Si ella sigue por el buen camino que están recorriendo actualmente varios cineastas independientes, como mi amigo Juan Carlos Rulfo (En el Hoyo, 2005; Premio Sundance por Mejor Documental Mundial 2006), podría realizar películas cada vez más interesantes.

Tamara De Anda trabaja actualmente como periodista en cierto periódico chairo, escribe y edita su chido blog Plaqueta y ya y prepara sus próximos proyectos cinematográficos, de los cuáles ya vieron la luz el cortometraje La novia de Marx y el documental Los chairos. Estén pendientes de mi blog, que en esos días les caeré con un post-crítica cinematográfica de La novia de Marx.

¿Y usted, quiere probar un cerebro de gomita? ;)