martes, mayo 08, 2007

Las películas zaristas perdidas


El cineasta ruso Evgenii Bauer

Para los auténticos entusiastas del celuloide, la revelación cinematográfica del año no han sido ruidosas películas taquilleras de Hollywood, sino una importante serie de excepcionales películas mudas rusas. Bajo el título general de Testigos mudos: El cine ruso antes de la Revolución, la retrospectiva se presentó con grandes llenos en el Museum of the Moving Image de Nueva York durante seis semanas, a principios de este año y en la actualidad se está mostrando en distintos museos y archivos cinematográficos de Estados Unidos.



Practicamente toda la historia del cine prerrevolucionario ruso estuvo escondida en las bóvedas de Gosfilmofond, el archivo cinematográfico del estado soviético, durante más de setenta años. Condenadas oficialmente como obras de la "decadencia burguesa cosmopolita" estas películas, algunas de ellas extraordinarias obras maestras, se convirtieron en una especie de prisionero político. Mientras estuvieron al cuidado de as autoridades soviéticas "oficialmente" habían dejado de existir. Se convirtieron en "no-películas" para el mundo exterior, incluso para los especialistas rusos en cinematografía. No se las veía, ni se escribía sobre ellas y apenas se las recordaba. El único cine era el cine soviético, se nos decía, no sólo las obras de importantes directores como Sergei Eisenstein y Vsevolod Pudovkin, sino todas las aburridas películas del realismo socialista stalinista que siguieron a ellas.

La opinión de los entusiastas expertos es ahora unánime: el mayor descubrimiento de la presente serie de películas zaristas ha sido la destacada calidad de la obra de Evgenii Bauer, un director que hasta ahora no había sido más que una nota a pie de página en la historia del cine. Bauer, que murió exiliado en Crimea en 1917, era un maestro de la sicología y hoy día puede verse como uno de los mayores realizadores del primer cine europeo. Su trabajo con los actorrs revela una sensibilidad por la caracterización y por la actuación que el cine soviético nunca logró.

La llegada de esta singular serie de películas a las pantallas occidentales no se debe únicamente a la glasnost. Es el resultado de los constantes esfuerzos hechos por los directores del Festival del Cine Mudo de Pordenone, en Italia. En la última década este festival ha pasado de ser un acontecimiento local en una pequeña ciudad al norte de Italia, a convertirse en un importantísimo acontecimiento internacional que atrae a cientos de expertos y a historiadores del cine de todo el mundo.

Paolo Cherchi Usai, cofundador del festival de Pordenone, me dijo: "Muchas veces antes habíamos intentado ponernos en contacto con Gosfilmofond. Sin respuesta. Seguimos insistiendo y sólo recientemente, cuando el mundo cultural de la ex-Unión Soviética se relajó, a través de algunos colegas rusos se nos invitó para ir a Moscú y participar en una serie de sesiones de proyección en 1989. Gosfilmofond, en un barrio a unos 60 kilometros del centro de Moscú, es enorme, una ciudad en sí misma. Las personas que trabajan allí, viven allí mismo. Debe ser el archivo cinematográfico más grande del mundo —su colección incluye todas las películas nazis del archivo del Reich que los rusos se llevaron de Berlín."

"Pasamos dos semanas intensivas de proyección, algunas veces durante toda la noche. Pero cada vez que alguna escena asombrosa aparecía en la pantalla, comprobabamos los titulos de los créditos, y ahí estaba su nombre: '¡Dirigida por Evgenii Bauer!' Hicimos una selección y, en octubre de 1989, cuando las películas se proyectaron en Pordenone, se añadió un nuevo capítulo a la historia del cine. Pero esto es una gota de agua en el océano. Podríamos haber completado tres festivales con estas películas presoviéticas. Un representante de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos estuvo en el festival y, muy impresionado, empezó inmediatamente una serie de negociaciones con Gosfilmofond que condujeron a esta exhibición de películas que actualmente está proyectándose en Estados Unidos."

Evgenii Frantsevich Bauer estudió arquitectura y trabajó como fotográfo retratista antes de sobresalir en la comunidad cinematográfica de Moscú. En 1913, fue contratado como director por la compañía Khanzhonkov. Rápidamente tenía tanta demanda que en menos de cuatro años hizo 81 películas, 26 de las cuáles han sobrevivido. Además de dirigir, a veces hizo de productor, escenógrafo, guionista y camarógrafo en sus películas. Lo más sobresaliente de la retrospectiva fueron las películas: Testigos mudos (1914), Los niños de esa época (1915), Leon Drey (1915), Sueños diurnos (1915) y Una vida por otra (1916), todas de Bauer.


Vera Kholodnaya

Bauer desempeñó además un papel fundamental como mentor de las dos más grandes estrellas del cine ruso en la era zarista: Vera Kholodnaya e Ivan Mozzhukhin. Kholodnaya, esposa de un oficial del ejército empobrecido, buscaba trabajo en el estudio Khanzhonkov en 1914. Allí la descubrió Bauer y rápidamente alcanzó gran fama entre el público con seis películas que hizo con él. Como la mayoría de las grandes estrellas del cine mudo, actuba con sus ojos. "Mis ojos son mi pan", decía. En 1918, a los 26 años, mientras rodaba una película en Odessa, enfermó y murió durante una epidemia de gripe. Uno de los fragmentos filmados más inolvidables de esta serie es un noticiario de su funeral; el ataúd es llevado desde la iglesia hasta el cementerio y tal parece que la ciudad entera siguiera a la actriz hasta su último reposo. Mozzhukhin interpretó frecuentemente personajes demoníacos o héroes con pasiones secretas. Alto y atractivo, con una fuerte presencia en la pantalla, fue una especie de Rodolfo Valentino eslavo. En los comienzos de la revolución bolchevique escapó de Rusia y se instaló en París, donde ganó popularidad como galán exótico.


Ivan Mozzhukhin


La obra de Bauer es excepcional, no sólo por el extraordinario nivel de madurez de sus guiones, sino también por las innovaciones técnicas que incluyen tomas con la cámara en movimiento (en una época en que las cámaras, en la mayoría de las películas, hacían que el mundo permaneciera estático desde el principio hasta el final) y una extrema complejidad en la organización del espacio, a veces con composiciones en múltiples planos que ofrecían una profundidad de campo. Sus películas carecen totalmente de sentimentalismo —su visión de las personas era racional, objetiva y fríamente pesimista—. Los papeles de las mujeres en casi todas las películas de esta serie son lo contrario de lo que uno podría esperarse de los convencionalismos de la época. Las mujeres en la obra de Bauer son independientes, sexualmente agresivas a veces y frecuentemente, más frecuentemente que los hombres, sirven como motor de la historia.


Sumyerki Zhyentsina Dusha (Viaje de una alma en pena)
de Evgenii Bauer (Rusia, 1913)



En Una vida por otra, por ejemplo, Olga Rakhmanova representa a una mujer de negocios exitor que dirige una fábrica. En el último carrete, dispara a un príncipe mariposón que se había casado con su hija por dinero y hace que su muerte parezca un suicidio. Esto es lo más próximo a un final feliz en una película de Bauer o en muchas de las películas de la muestra.

El público ruso durante el periodo zarista parecía tener una necesidad sicológica de finales trágicos, ¿el alma melancólica rusa? En cualquier caso, cuando una película tenía un final feliz, normalmente estaba localizada en el extranjero. En algunos casos, parece que se rodaron dos finales en algunas películas, un final feliz para explotación y uno trágico para el mercado ruso.

Las películas algo proustianas de Bauer reflejan a veces la tensión entre las clases, que era cada vez más evidente en el periodo inmediatamente anterior a la revolución. Este tema se muestra especialmente en la irresistible cinta Testigos mudos, un relato de intriga entre dos clases sociales que tiene lugar en un moderno edificio de departamentos, en donde los hombres de la clase dirigente consideran tener derecho a la explotación sexual de las mujeres de la servidumbre.

Además de las sorprendentes películas de Bauer, la muestra incluye una amplia variedad de obras de otros estilos. Media docena de breves películas de trucos realizadas por el primer animador de muñecos del cine, Wladyslaw Starewicz, agradó enormemente al numeroso público del Museum Of the Moving Image. Obteniento un efecto precioso, Starewicz mezclaba la acción en vivo y la animación en la pantalla con un estilo bastante convincente, ochenta años antes de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? Durante la revolución, emigró a Francia, donde continuó su trabajo de animación hasta 1950, ganando algunos premios internacionales.


Póster de La reina de espadas,
de Yakov Protazanov (Rusia, 1916)


Entre las obras del cine ruso pre-soviético que se pudieron ver están El gran hombre sale de paseo (1910), una película biográfica sobre los últimos días de Leon Tolstoi; una adaptación de 1909 de Almas Muertas de Gogol; dos versiones diferentes de una historia clásica de Pushkin, La reina de espadas (1910 y 1916); Vida y muerte de Pushkin (1919); una adaptación de El idiota de Dostoievsky (1910); un encantador cuento de hadas llamado El pescador y el pecesito (1911) y dos dramas de la vida judía: L' Haim (1911) y Las tristezas de Sara (1913).

Sin lugar a dudas, estas fascinantes películas harán que un numeroso público se aficione a ellas. Además, el catálogo bilingüe (en inglés e italiano) de 600 páginas, publicado conjuntamente por el Festival de Pordenone y el Instituto del Cine Británico, hace un listado de docenas de películas pre-soviéticas que se encuentran en los archivos de la antigua Unión Soviética y que todavía no han salido al Oeste. Habrá que reservar boleto para Pordenone en el momento en que programen una película de 1916, cuyo título parece irresistible: La hija de Anna Karenina.

Artículo escrito por Elliot Stein | Traducción de Eloísa Reinoso Ruíz
para la desaparecida revista de cine Nitrato de Plata (Núm. 15),
publicada en México en 1993.

1 comentario:

Le Bon Reimon dijo...

Me hubiera encantado ver ése video que tuvieron que remover.
También me gustaría saber si solo iendo a Perdonone se pueden ver los filmes (digamos que es algo que no puedo costear).
para que me puedas responder te dejo mi correo: hutnots9000@hotmail.com
espero que no sea muy tarde para haber escrito ésto.